la ubicación es brutal, a 30 seg del metro y cerca del puerto. la habitación estaba limpita y con lo básico, además hay wifi a tope. el anfitrión, javier, es un crack, muy amable y te ayuda en lo q necesites. también hay un súper y unas panaderías cerquita, todo muy cómodo. por ese precio, lo tiene todo para una buena estancia.

la habitación era un poco petit y había algo de ruido de la calle por la noche.

La habitación estaba limpia y cómoda, pero había ruido por la noche.

Todo nuevo y personal atento.

Un salto al vacío que ha merecido la pena

La relación calidad-precio es inmejorable y el personal fue muy amable. Las habitaciones, limpias y cómodas, se encuentran a solo unos metros del puerto, donde hay un parking económico. Sin duda, una elección inteligente para quienes buscan confort y conveniencia antes de tomar el ferry.

El wifi es increíblemente rápido.

Aprovecha el parking cerca del puerto, solo cuesta 3€ al día y es muy conveniente si no encuentras sitio en la calle.

La ubicación es perfecta, a solo dos minutos del metro.

Me quedé muy frustrado con el ruido que venía de los contadores en el balcón, que se activaban en las noches y no me dejaban dormir. Además, en la primera noche, escuché a un huésped con la televisión encendida hasta muy tarde, lo que hizo que mi descanso fuera casi imposible. La falta de privacidad también fue un gran problema, ya que las paredes son muy delgadas y se escucha todo lo que pasa en los pasillos.

La habitación estaba limpia y cómoda la ubicación era excelente muy cerca del puerto y del metro. Además, el gerente estuvo siempre en contacto para ayudarnos con lo que necesitábamos.

No veo nada que mejorar.

Una gran experiencia en Santurtzi

La relación calidad-precio es inmejorable. La habitación era limpia y cómoda, perfecta para descansar. Un tip útil, hay un parking económico muy cercano al puerto. El personal fue muy amable y siempre estuvo dispuesto a ayudar con nuestras preguntas.

Ubicada a solo dos minutos del metro, la pensión ofrece un ambiente limpio y funcional con buena conexión WiFi. Aunque el baño es nuevo, algunas ventanas no son a prueba de sonido, pero el lugar es ideal para descansar antes de tomar el ferry. Javier, el anfitrión, es muy atento y servicial.

La pensión tiene una conexión WiFi que sería la envidia de cualquier streaming en casa. tan rápida que se podría pensar que la fibra óptica se alineó con las estrellas. La habitación contaba con un baño privado que era más limpio que una hoja nueva en un cuaderno de escuela, y la televisión de pantalla plana hizo que las noches fueran más entretenidas que ver un maratón de series. Además, está a solo 1 km de Las Arenas Beach, lo que la convierte en un pequeño oasis para disfrutar del sol y el mar después de un día explorando.

Un poco de ruido

buena ubicación pero algo ruidosa

La habitación fue muy cómoda y limpia, ideal para descansar después de un día explorando. La atención de Javier se destacó, siempre cercano y dispuesto a ayudar con cualquier duda que tuviera, lo que hizo la experiencia más agradable. Además, la conexión WiFi fue notablemente rápida, permitiéndome trabajar cómodamente desde la habitación.

Sin embargo, hubo algo de ruido por la noche que dificultó mi descanso.

La ubicación es excelente, cerca del puerto y con acceso a transporte público. La habitación es pequeña pero funcional, ideal para una estancia corta, y la calefacción fue un plus con el frío exterior. Sin embargo, el ruido de las calles puede ser un inconveniente en las horas nocturnas, y la falta de privacidad en algunas áreas puede ser mejorada. A pesar de ello, el personal es amable y servicial.

La relación calidad-precio es excelente, y la habitación doble fue limpia y cómoda para nuestra estancia. A solo unos metros, hay un parking junto al puerto que costó unos 3€ al día, lo cual fue una gran solución cuando no había lugar en la calle.

La habitación contaba con los contadores en el balcón pegados a la pared, y cada vez que marcaban los pasos hacían ruido, incluso por la noche. El primer día escuchamos a un usuario del hostal con la televisión encendida hasta las cinco y media de la mañana, lo cual hizo difícil descansar. Además, tenía una ventana que daba a la calle y, aunque las persianas ayudaban, la cercanía al paso de la gente podría ser un inconveniente para algunos. Sería útil poner un cartel que los huéspedes puedan colgar en la puerta para mayor privacidad.